EL CULTO A ISIS Y LA ORDEN DEL TEMPLE...
Existe una curiosa leyenda que no podemos dejar pasar por alto. Al sur
de Egipto, en las cercanías de Asuán, se halla una isla situada en el
centro del Nilo denominada Isla de Philae. En esta isla se erige un
templo dedicado a la diosa Isis y era, en tiempos de las cruzadas, el
único emplazamiento en donde se seguían realizando los antiguos cultos
de los tiempos del Egipto faraónico. Cuenta la leyenda que Caballeros
Templarios navegaron el Nilo en una de sus incursiones por el país y
alcanzaron esta isla. Seducidos por la hermosura del lugar, por la paz y
la espiritualidad que emanaba, y por la belleza del culto a la antigua
diosa, se sintieron tan atraídos por él que lo adoptaron y lo adaptaron a
sus propias creencias.
Templo de la Isla de Philae (Egipto)
La estancia en Tierra Santa fue lo suficientemente larga para que los monjes-guerreros del Temple pudieran conocer a fondo la civilización islámica, que era muy superior en refinamiento y en cultura a la de la tosca Europa feudal. La ósmosis entre miembros de ambas religiones fue constante e incluso algunos caballeros musulmanes pasaron a engrosar las filas de la Orden del Temple, así como los propios templarios profundizaban en el conocimiento del Islam. Es a la vez muy posible que los caballeros entrasen en contacto con sociedades herméticas, hebreas, gnósticas y sufís, absorbiendo lentamente parte de su bagaje cultural y místico.
La estancia en Tierra Santa fue lo suficientemente larga para que los monjes-guerreros del Temple pudieran conocer a fondo la civilización islámica, que era muy superior en refinamiento y en cultura a la de la tosca Europa feudal. La ósmosis entre miembros de ambas religiones fue constante e incluso algunos caballeros musulmanes pasaron a engrosar las filas de la Orden del Temple, así como los propios templarios profundizaban en el conocimiento del Islam. Es a la vez muy posible que los caballeros entrasen en contacto con sociedades herméticas, hebreas, gnósticas y sufís, absorbiendo lentamente parte de su bagaje cultural y místico.